La Adicción a la Comida Potencia el Sobrepeso y la Obesidad

Las adicciones no solo se relacionan con el abuso de drogas y alucinógenos, también incluye los excesos que cometemos frente al juego, al cigarrillo, al licor, al sexo, la Internet, el trabajo y hasta la comida.

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¿Por qué se Presenta la Adicción a la Comida?

La adicción tiene un componente físico y otro psicológico. En su conjunto, cualquier actividad adictiva indica claramente que algo en el organismo de ese ser humano que la padece no está funcionando bien, es innegable que las funciones psicológicas se potencian o se distorsionan de acuerdo a la calidad de vida y los alimentos que ingiera el individuo.

Para el caso de la adicción a la comida, se observa que al ingerir un exceso de nutrientes, el organismo tiende a encontrar un nuevo punto de equilibrio para poder digerir esos alimentos, disminuyendo la cantidad que produce de los mismos y esperando a que sea alimentado constantemente con la misma cantidad de productos de los que estamos abusando.

De hecho, si acostumbramos a nuestro cuerpo a entregarle diariamente una gran dosis de azúcares, pues el organismo se acostumbra a recibir ese exceso de carga energética diariamente. Disminuye la producción de azúcares y especialmente, distorsiona la fabricación de insulina que es la hormona reguladora de la glucosa y la estimuladora para que la glucosa se deposite en el hígado en forma de glucógeno.

Consecuencias de la Adicción a la Comida.

En situaciones como la descrita, la adicción empieza a generar graves problemáticas en el ser humano, ya que se hacen presente enfermedades que afectan la salud y calidad de vida como la diabetes en cualquiera de sus tipologías.

Pero, adicional a los problemas fisiológicos, la adicción a la comida genera también una adicción psicológica que se convierte en una patología que disminuye las posibilidades de tratar la obesidad como es debido, ya que ni el cuerpo ni la mente permiten que el ser humano reaccione y readapte su estilo de vida.

Esto se presenta porque se come de manera compulsiva, imponiendo los deseos de comer a la voluntad. En cierto sentido, el deseo incontrolable de comer se genera interiormente como una respuesta a esa necesidad creada fisiológicamente de sobrecargar de manera constante nuestro cuerpo del exceso de alimentos de los que abusamos.

En el plano cerebral, la adicción a la comida también maneja otros componentes como la frustración, una baja autoestima, la inseguridad, los miedos ocultos, el tedio, la ansiedad, el estrés, los problemas emocionales, entre muchos otros.

Otra problemática que genera este tipo de adicción es el sentimiento de culpa y vacío que produce en quienes lo padecen, pues saben que deben controlarse pero las necesidades calóricas y de grasa que han creado en su organismo les exige y a su vez les impide tratarse y ser tratados integralmente.

La consecuencia más grave del abuso de la comida es el estado de desnutrición en que día a día se adentran los obesos, pues generalmente se cree que el “gordito” goza de gran salud, pero es tan solo una creencia, ya que el exceso de cierto tipo de productos ha ocasionado que hayan descuidado otros alimentos y nutrientes esenciales para el óptimo funcionamiento de su organismo.

Para el caso de los pacientes obesos que presenten una fuerte tendencia hacía la adicción a la comida o que sean conscientes que la padecen, lo más recomendable es buscar un tratamiento integral para su problemática, que incluya una atención para los dos componentes: fisiológico y psicológico.

Esto les permitirá desarrollar un plan de vida, mejorando distintos aspectos, aplicando métodos y procedimientos debidamente regulados para que logren bajar de peso saludablemente, intentando eliminar el factor de abuso inicial que causó su adicción.

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